Lee esto si sientes que tu vida se está consumiendo poco a poco…

Casarme y tener hijos cambió todo por completo.

AMO ser madre, e hice mi papel de esposa tan bien como pude, pero, en el proceso, dejé de ser quien era y me convertí en alguien que ya no reconocía.

Entre mis hijos pequeños, mi esposo, mi empleo en el gobierno de Puerto Rico y mis metas, no me daba abasto.

El estrés por llevar a mis hijos al colegio a tiempo mientras intentaba no llegar tarde al trabajo, el cansancio por dormir en la madrugada luego de atender a mi familia y levantarme a preparar loncheras y desayunos cuando todos seguían en cama, la falta de claridad mental para reaccionar y decir SÍ o NO, las pocas energías para velar por mi propio bienestar y mantenerme aún bonita para mí misma y mi esposo, el tiempo nulo para compartir una salida y conversar con más gente que no fuera mi familia…

Sentía que algo se había apagado en mí.

Solía decirme: “Está bien. Son los sacrificios que una debe hacer por su familia. Cuando mis hijos crezcan, tendré más tiempo para mí.”

El problema con este pensamiento, campeona, es que a medida que los años pasan, empezamos a reconocer a esa mujer en la que nos convertimos en contra de nuestra voluntad: empezamos a creer que realmente somos esa mujer que ya no baila, que ya no tiene ambiciones, que está enferma del alma, que no sale de casa, que no es sensual, que no es capaz, que el éxito está fuera de su alcance.

Nos conformamos.

Nos encomendamos a nosotras mismas la tarea de complacer a todo el mundo, y vivimos insatisfechas de por vida pensando que ese es el sacrificio que nos toca vivir por ser madres. 

Esta es la historia de multitudes de mujeres. Quizás incluso ya antes leíste esta historia en las caras demacradas y el ánimo cuarteado de las mujeres en tu vida, como tu madre, tus abuelas, tus tías.

Si esa NO es la vida que querías para ti y hoy te encuentras encerrada en una narrativa que no te pertenece, que tú no creas y que te mantiene como espectadora…

Te invito a destapar tu potencial como autora y protagonista de tu vida.

No importa si piensas que tu tiempo ya pasó o que no tienes lo que se requiere para lograrlo.

Yo lo hice. Hace más de 20 años tomé la decisión de vivir en lugar de existir. Hoy, mis hijos ya son adultos funcionales, me divorcié y tengo un nuevo socio y compañero de vida, soy la CEO de mi propio negocio, y me despierto cada día cumpliendo el propósito por el que he sido puesta por el Creador en esta Tierra.

No permitas que los desaciertos del pasado dicten cómo ha de ser tu hoy o tu mañana cercano. Te mereces la misma felicidad que anhelas para tu descendencia y las personas que amas.

Si te encuentras aislada y no tienes ninguna mano amiga en la que apoyarte, te ofrezco una comunidad real de mujeres que tienen los mismos deseos de conectar como tú, y que están dispuestas a trabajar en su Despertar para ir tras sus sueños sin descuidar a su familia ni pareja.